Nº110 «Memorias de Ronda»- LA GUERRA CIVIL EN ESPAÑA. «LAS DOS ESPAÑAS ENFRENTADAS»

Nº 110  “MEMORIAS DE RONDA”

La Guerra Civil en Ronda-Las dos Españas enfrentadas

La Guerra del 36 simplemente fue la consecuencia directa del fracaso del golpe de Estado del 18 de julio, en un momento de máxima tensión y polarización políticas donde se destaparon todos los odios. Este golpe militar, que se preveía breve fracasó y comenzó una guerra entre dos bandos claramente diferenciados, por un lado los llamados: rojos, frentepopulistas, gubernamentales, revolucionarios, republicanos y, por el otro los denominados: nacionales, fascistas, ultraderechistas, sublevados, rebeldes. Absolutamente radicalizados, ninguno de los dos bandos templaba gaitas, se abrió la caja de los truenos, la moderación y el diálogo pasó a mejor vida. Sólo hablaban las armas y a cara de perro se dilucidaba un nuevo modelo de Estado. Los dos bandos aplicaron desde el primer momento el terror contra el adversario. Los nacionales daban así salida al resentimiento acumulado en los años anteriores, con una inicial inferioridad que compensaban con una durísima represalia en los territorios que iban conquistando. En la izquierda cundió, ya había cundido antes de la guerra, la mentalidad revolucionaria; ya no sólo se aspiraba por parte de los llamados republicanos de izquierda a salvar la Re- pública sino aprovechar la ocasión, como desde hacía tiempo venían preparándose, para acabar de una vez con el capitalismo, las clases y aniquilar la religión católica, se aspiraba a alcanzar un nuevo Estado, llámese revolucionario, comunista, libertario, donde no cabía más que la dictadura del proletariado –para comunistas y socialistas– o el comunismo libertario –para los anarquistas–, los jacobinos seguían apoyando la República democrática y la Revolución política, no la popular, pero lógicamente estaban con sus aliados del Frente Popular; los nacionalistas catalanes y vascos también apoyaron a la República, pues sabían que los militares sublevados acabarían con sus anhelos separatistas. 

Ahora sí, en Ronda y por ende en toda la nación, como se preveía que la guerra iba a durar poco y la mayoría de las fuerzas militares, en un principio, eran controladas por el gobierno de la República, además había que sumar la adhesión de una ingente multitud de obreros, campesinos y trabajadores de diferentes gremios leales a la izquierda y a los anarcos-sindicalistas, el nuevo Estado por el que habían soñado durante muchos años, ahora sí que era posible y absolutamente justificado, ya que una parte importante de los militares se había alzado contra el poder legítimo y en defensa de la República cabía todo, menos, claro, los republicanos de centro-derecha, los católicos, los de derechas, todos éstos eran considerados fascistas. 

Nº109-«Memorias de Ronda»-LA GUERRA CIVIL EN RONDA, EL ESTALLIDO PREVISIBLE.

Hemos ido relatando en los episodios anteriores cómo se desarrollaba la vida cotidiana en Ronda fechas antes del estallido de la Guerra Civil, extensible lógicamente a todo el país. La República fue una época convulsa y en el día a día se iba larvando una situación que se hacía insostenible. La sociedad estaba   claramente dividida entre burgueses y obreros. Insurrecciones y huelgas se sucedían una tras otra. la victoria del Frente Popular en febrero del 36, enfrentaba a dos concepciones de España que se excluían una a otra. La radicalización de las posturas políticas distancia cada vez más las posibilidades de evitar un conflicto bélico. Empezaron a tomar preeminencia y mayor fuerza paramilitar partidos, asociaciones y sindicatos que estaban fuera de la representación en los órganos políticos y que se iban imponiendo en las calles y arrastraban a una sociedad cada vez más descontenta.

La inestabilidad municipal fue la tónica en todo el periodo, especialmente desde febrero del 36, donde los alcaldes duraban poco y todos preveían un final de la República tal y como la conocían, se vislumbraba un nuevo régimen o capitalista u obrerista. Cómo llegar a uno de ellos era la incógnita, aunque cada vez estaba más claro que no se haría de forma pacífica. Todo se dirigía a un punto de no retorno, las causas de un previsible estallido armado así lo indicaban y las voces políticas así lo anunciaban con sus continuas amenazas de un lado y del otro.

Volvemos a hacer mención a nuestras fuentes bibliográficas, entre otras de historiadores e investigadores como Lucía Prieto, Juan A. Ramos Hito, Jesús Núñez Calvo, Antonio Nadal, Antonio Garrido, Pablo Aguayo de Hoyos y sobre todo y muy especialmente Pablo Benítez Gómez, con su tesis doctoral REPÚBLICA, RETAGUARDIA Y JUSTICIA MILITAR EN LA SERRANÍA DE RONDA (1930-1940), así como otros artículos relacionados con la contienda.

Nº108-«Memorias de Ronda»-LA GUERRA CIVIL EN RONDA-LAS CAUSAS (y III)

Nº 108  “MEMORIAS DE RONDA”La Guerra Civil en Ronda-Las causas (y III)

En el anterior episodio terminábamos hablando de la situación existente en Ronda, en la primavera del 36, con respecto al asociacionismo político, sin representación municipal, y sindical, como la Falange, el Partido Socialista Obrero Español, la CNT, el Sindicato de Unificado de Trabajadores y la Masonería, que tenía una fuerte implantación en la ciudad y además era ejemplo claro de la convergencia en las logias masonas de tendencias políticas contrarias, pues acogió tanto a conservadores como socialistas, así como a afiliados al mayoritario sindicato anarquista. Por tanto, la influencia social y también en el gobierno municipal rondeño fue destacable durante toda la República.

Pero los masones rondeños llegaron divididos a comienzos del 36, hasta tal punto que las peleas entre ambas logias trascendieron a la primera institución rondeña y acabó con un grave enfrentamiento entre los dos Venerables Maestros en la estación de tren de la ciudad.

La mayor parte de la población serrana y rondeña estaba ocupada en el campo, por lo que la Ley de Términos Municipales, promulgada en la República, suscitó en el mundo agrario un importante rechazo incluso por parte de las formaciones socialistas. Los problemas estructurales del campo andaluz apenas fueron solucionados por una República que había suscitado grandes expectativas entre la población jornalera, lo que explican el nivel de conflictividad alcanzado en el medio rural durante el periodo republicano.

Y con respecto al desfile continuo de alcaldes en la corporación rondeña, desde las elecciones generales de febrero del 36, en las que venció el Frente Popular, en Ronda fue elegido un alcalde de IR (Izquierda Republicana), Salvador Badillo Jaén el 22 de febrero de 1936, su mandato duraría un mes justo. El primer acuerdo de la nueva corporación fue declarar ilegales todas las medidas tomadas por las gestoras constituidas en 1934, así como solicitar del presidente del gobierno libertad para los presos gubernativos.

Nº107 «Memorias de Ronda». LA GUERRA CIVIL EN RONDA-LAS CAUSAS (II)

Nº 107  “MEMORIAS DE RONDA” La Guerra Civil en Ronda-Las causas (II)

Continuamos analizando las causas de la Guerra Civil, y en el anterior episodio nos quedamos en cómo se sofocó aquella Revolución de Asturias de 1934.

Este hecho aumentó mucho más el abismo que existía entre las dos España, la fortísima represión llevada a cabo en Asturias contó con el rechazo internacional, creándose en la izquierda un clima de rencor y revancha, que el Gobierno fue incapaz de replicar con eficacia, como acertó a decir Gerald Brenan: “La del 34 fue la primera batalla de la guerra civil”. 

La inestabilidad y el odio continuarían en los años venideros, en los que se sucederían continuos cambios de gobierno y se iba preparando la gran alianza de la izquierda, que luego sería el Frente Popular.

En nuestra ciudad continúa la inestabilidad en el Ayuntamiento sucediéndose alcaldes en el nuevo Bienio de 1934-1936, que comienza nuevamente con la intervención del Gobernador Civil, representante ya de un gobierno de derechas, que suspende al Alcalde y algunos concejales y nombra sus sustitutos, pero la sostenibilidad del Ayuntamiento se hace imposible hasta desembocar en enero del 36 en el nombramiento, por parte del Gobernador Civil, de una Comisión Gestora, la cual es sustituida un mes después por la constitución de un nuevo Ayuntamiento.

En Ronda, el PSOE quedó configurado en agosto de 1931. Sin ser un partido minoritario no tuvo en la ciudad la visibilidad política de los partidos republicanos, presentes en la corporación municipal conformada en 1931. Fue Manuel Melgar del Valle, maestro de Benaoján, el militante socialista más comprometido con el proyecto de implantar el partido en los pueblos. 

Con respecto al asociacionismo político y sindical existente en aquel momento, la Falange en Ronda se crea por iniciativa de un joven industrial, Juan Villegas Redondo, en 1935. 

Montejaque fue, sin embargo, el pueblo donde más arraigo tuvo históricamente el movimiento anarquista. Cuyo mayor protagonismo lo tuvo el líder sindicalista de la CNT Pedro López Calle, alcalde de la localidad entre 1931 y 1933.

En Ronda, la creación del Sindicato de Oficios Varios acogió a sectores laborales muy diversificados: artesanos, tenderos, pintores, carpinteros, panaderos, albañiles, así como el de zapateros, una formación minoritaria, pero en la que destacará Rafael Arcila, un artesano autodidacta que representará al Sindicato Único de Trabajadores en el pleno comarcal de 1932.

Y con respecto a la Masonería, en Ronda la potente logia “Giner de los Ríos 19”, heredera de la antigua “Fiat- Lux”, fue fundada por Diego Ruano Blanco, que contó entre sus filas con significados militantes socialistas y ugetistas y a partir de la acción del médico Manuel de los Ríos Mosquera desarrolló una clara acción social. En Benaoján se fundó la logia masónica “Renacer”, que tendrá después mucha influencia política.

Nº106-«Memorias de Ronda»-LA GUERRA CIVIL EN RONDA-LAS CAUSAS (I)

Abordaremos en este episodio las causas del conflicto que ocasionó la guerra fratricida de España en 1936, y en la que toda la Serranía de Ronda también se vio inmersa.

Ronda, desde tiempo atrás, venía arrastrando serios problemas económicos y la sociedad rondeña estaba claramente dividida entre burgueses (comerciantes, terratenientes e industriales) y obreros (trabajadores y campesinos). Los partidos, llamados democráticos, tampoco estuvieron a la altura de las circunstancias; durante la República se vivieron años convulsos y de gran inestabilidad en el Gobierno Municipal. Esta situación quiso ser aprovechada por los grupos obreros, en Ronda especialmente la CNT, para la eliminación de cualquier forma de Estado y la instauración de un verdadero comunismo libertario. Todo esto hacía muy difícil el desarrollo de un buen gobierno y sirvió de justificación a nivel nacional para la sublevación militar del 36 y, por consiguiente, la frustración de una España esperanzada en los valores democráticos y republicanos.

Nº105 «MEMORIAS DE RONDA»-La Guerra Civil en Ronda-Una primera aproximación

Comenzamos una nueva serie de programas, solicitada por muchos y sobre la que hemos publicado y hablado en ocasiones anteriores. Hasta hace relativamente poco no se había investigado y profundizado lo suficiente sobre lo acontecido en Ronda y su comarca en aquel verano del 36 y sus consecuencias posteriores. Nuestra publicación en la revista nº 7 de “Memorias de Ronda”, allá por 2011, marco un punto de inflexión al respecto, ya que supuso una estudio extenso y coherente basándonos en la investigación histórica y en todo lo que hasta el momento se había publicado al respecto sobre nuestro territorio, recogiendo casi todas las referencias históricas.

A partir de ahí nuevas investigaciones, artículos, libros y tesis doctorales han arrojado más luz sobre aquellos acontecimientos cruciales en la historia de España y que todavía hoy suscita gran interés. Así como otros artículos relacionados con la contienda, suponen forzosamente llevar a cabo una revisión sobre lo que hasta ahora se ha contado, teniendo en cuenta el grandísimo trabajo de investigación de este último y las aportaciones que otros han siguiendo haciendo.

Nº104-«Memorias de Ronda»-LA INQUISICIÓN EN RONDA Y EL CONVENTO DE SANTO DOMINGO (y IV)

Nº 104  “MEMORIAS DE RONDA”La Inquisición en Ronda y el Convento de Santo Domingo (y VI)

Vamos a concluir con este episodio la serie que le hemos dedicado a la Inquisición en Ronda y al Convento de Santo Domingo. La semana pasada decíamos que en pocos años la iglesia del convento se irá llenando de capillas funerarias y sepulturas privadas costeadas por sus fundadores como lugar privilegiado donde cumplir sus memorias y legados piadosos y, asimismo, perpetuar públicamente la continuidad de la familia o del estamento. Para ello las dotarán con magníficos retablos y capillas, y mostrarán los blasones y armas de sus apellidos.

El templo se edifica según la estética dominante: Gótico-Mudéjar. El Gótico era el estilo de la época de la conquista y el ordenado por los Reyes Católicos para la construcción de sus iglesias, ejemplo de ello tenemos en Santa María, Espíritu Santo y San Francisco. Y Mudéjar, porque a pesar del esfuerzo por acabar con los vestigios musulmanes, el arte hispano-musulmán quedará patente y vivo en Ronda de la mano de los moriscos convertidos al cristianismo a través del arte mudéjar, y que dejaban así su impronta también en estas construcciones cristianas, sobre todo por tratarse de mano de obra experta y barata. Responde, por tanto, a un carácter híbrido en el que se mezclan elementos góticos, mudéjares, con renacentistas y algunos manieristas, a los que se añaden varias restauraciones posteriores.

Terminamos contando la historia de su progresivo deterioro a partir de la desamortización de 1835, su posterior paso a manos privadas, hasta el proceso de adquisición del inmueble  por parte de nuestro Ayuntamiento a sus últimos propietarios, la familia Vallejo Zarazúa, para concluir con la restauración del mismo en 2005.

Nº 103 «Memorias de Ronda»- LA INQUISICIÓN EN RONDA Y EL CONVENTO DE SANTO DOMINGO (III)

Nº 103  “MEMORIAS DE RONDA” La Inquisición en Ronda y el Convento de Santo Domingo (III)

Continuamos con la serie dedicada a la Inquisición en Ronda. A principios del siglo XIX se pone de manifiesto la decadencia de la Suprema, que fue abolida, no sin que antes muchos obispos defendiesen, en unas fechas u otras, su mantenimiento por temor a las reacciones anticlericales que pudiesen surgir. No obstante, tal institución también tuvo sus defensores, motivo por el cual su final se produjo en varias etapas. La primera correspondió a las Cortes de Cádiz, que la disolvieron en 1813, pero reviviría con la restauración de la monarquía en la persona de Fernando VII. El decreto del 15 de julio de 1834, promulgado por la regente María Cristina, terminará definitivamente con el temido Tribunal de la Santa Inquisición, mandato acogido con gran alegría y regocijo por el pueblo.

Pasamos a hablar, a continuación del Convento de Santo Domingo y su relación con Ronda, ya que con toda probabilidad, el comisariado inquisitorial se encontraba en el Convento de Santo Domingo, Convento de frailes dominicos, de la Orden de Santo Domingo de los Predicadores, llamado en su fundación de San Pedro Mártir. Los dominicos fueron los líderes culturales en la época moderna y tuvieron un papel fundamental en materia inquisitorial, conjuntamente con los franciscanos recaían sobre ellos la autoridad sobre el Santo Oficio.

Nº «Memorias de Ronda»-LA INQUISICIÓN EN RONDA Y EL CONVENTO DE SANTO DOMINGO (II)».

La falta de convicción de los moros rondeños, al igual que la de todos los neoconversos en general, hacía sumamente difícil erradicar los cultos y hábitos musulmanes, los cuales permanecieron a lo largo del siglo XVI. Así, podemos comprobar cómo hacia la mitad de la centuria seguían utilizando sus vestimentas.

Los monfíes surgieron cuando los mudéjares se vieron obligados a bautizarse y se refugiaron en los lugares de señorío de la comarca rondeña, fuera del alcance de la justicia real. Ante el fracaso de reducir y erradicar definitivamente el peligro monfí por las armas, desde 1576 se intentó una política negociadora para reintegrarles a la sociedad.

A diferencia de otro tipo de bandidaje al que sólo movía el lucro, los monfíes también poseían un carácter socio-religioso que les incitaba a combatir a los cristianos como un enemigo opresor e, igualmente, defender sus creencias religiosas. En consecuencia, desaparecerán definitivamente con la expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII y dejarán de ser un peligro durante las visitas inquisitoriales.

Nº 101 MEMORIAS DE RONDA-«La Santa Inquisición en Ronda y el Convento de Santo Domingo (I)».

Comenzamos nueva temporada y un nuevo episodio sobre una temática a la vez que sugerente, muy poco conocida e investigada en nuestra ciudad y, por tanto, llena de inexactitudes. Vamos a procurar poner luz sobre lo que supuso la Santa Inquisición en Ronda y el papel que jugó el Convento de Santo Domingo, un grandísimo cenobio que se mandó construir por los RR.CC., cerrando la cornisa del Tajo, al norte de la antigua medina musulmana, por donde siglos después tuvo que ceder parte de su espacio para la construcción del Puente Nuevo.

Hasta la conquista castellana de Ronda, en 1485, al estar nuestra ciudad y su territorio bajo el dominio musulmán del reino nazarí de Granada, nada se sabía del Santo Oficio de la Inquisición en Ronda, que hasta la conquista definitiva de Granada, 1492, permaneció a salvo del Santo Oficio.

Desde que fue tomada Ronda, muchos de sus habitantes, antes de recibir las aguas bautismales como mandaba la Iglesia, buscaron refugio en la Serranía rondeña, paraje ideal dado su difícil acceso, al estar compuesta por una serie de alineaciones montañosas que forman profundos y aislados valles, dando lugar a un mundo aparte donde la población se concentraba en pequeñas villas y alquerías perdidas entre escarpadas montañas y, por tanto, muy idóneas para permanecer ocultos, dedicándose muchos al bandolerismo, conocidos con el nombre de monfíes, los cuales aparecen por todo el Reino de Granada. Ante el peligro que esto suponía, la Corona emitió, ya en 1488, una disposición mediante la cual amenazaba con la esclavitud a todos los rondeños que saliesen de sus montañas para establecerse en cualquier otra población a fin de que no hubiese ocasión a que se extendiesen sus ritos y costumbres.