Nº 93  “MEMORIAS DE RONDA” La Serranía de Ronda en la Historia (III)

En el episodio anterior, terminamos hablando de los, distintos Señoríos que se crearon en Ronda tras la Conquista Castellana. Seguimos con este periodo.

Con la creación del Obispado de Málaga, en el que se integró toda nuestra zona, incluyendo la Serranía de Villaluenga, se crearon a lo largo del siglo XVI una serie de Parroquias por toda la Serranía. Con Carlos I, ante el levantamiento de las Comunidades, Ronda permaneció fiel al Rey. Ya con Felipe II, se produjo el levantamiento definitivo de los moriscos, en 1568, que en nuestra Serranía tuvo su escenario principal nuevamente en Sierra Bermeja y en el Valle del Genal, de donde huyeron aterrados los repobladores.

Ya en el siglo XVIII, según el Catastro de Ensenada, Ronda y la Comarca era la mayor productora de ganado del Reino de Granada, y a su vez triplicó su población. 

La época liberal se inicia en 1778, año en que se decreta la libertad de comercio con las colonias, y su final puede establecerse en 1868, cuando se consolida la revolución burguesa. De una Andalucía señorial, dominada en lo político y económico por la nobleza titulada, se pasa a la Andalucía de los señoritos, que engloba conjuntamente a la vieja nobleza y a los terratenientes burgueses. Es la época donde se fragua también la imagen típica y tópica de Andalucía, en la que Ronda adquiere un gran protagonismo, por la imagen que fueron construyendo los viajeros, ilustrados y románticos que al visitarla la mitificaron.

La acción abolicionista de los Señoríos parte de las tropas invasoras francesas, disponiendo Napoleón, por el decreto de Chamartín de 1808, que quedaban abolidos los señoríos de las zonas ocupadas por los franceses, lo que supuso la hostilidad manifiesta de la nobleza. La obra reformadora de las Cortes de Cádiz en 1812 sería la piedra angular en la crisis del Antiguo Régimen español. Cabe destacar en ella la presencia de D. Francisco Garcés y Varea y de D. Juan Salas como diputados por la Serranía de Ronda.

Nº 92: «Memorias de Ronda» – LA SERRANÍA DE RONDA EN LA HISTORIA (II)

Programa Nº 92LA SERRANÍA DE RONDA EN LA HISTORIA (II)

En el episodio anterior, comenzamos a hablar de la Serranía de Ronda en la historia. Y nos referimos a LA ETAPA íbero-ROMANA, a la antigüedad tardía o época visigoda, y empezamos a hablar de la época musulmana. Seguimos con ella.

al final del siglo XV se estima que la cora de Takurunna, que equivale a una provincia del Reino de Granada, que comprendía la Serranía rondeña, constaba a su vez de cuatro distritos: Ronda, Gaucín, Casares y el Havaral, con un total de 3.202 casas- Ronda en esta época era una gran ciudad-provincia con una situación privilegiada de encrucijada entre África y el resto de la España musulmana, sirviendo de mediadora entre ambos y de dique de contención entre las fuerzas cristianas por un lado y las ayudas africanas a los musulmanes hispánicos por otro en momentos dificultosos. Ronda será la aspiración de los dos bandos en su paso por el dominio del Estrecho. De ahí lo complejo para llegar a su conquista por parte cristiana y la desesperada defensa por los musulmanes.

El 24 de mayo de 1485, el rey Fernando el Católico conquista Ronda para el Reino de Castilla. Debido a la importancia estratégica de nuestra ciudad, su conquista desencadenó posteriormente la de todo el Algarve malagueño. La ordenación de Ronda se llevó a cabo según la norma fijada dos siglos antes con el Fuero de Sevilla y Toledo, por lo que se lleva a cabo el Repartimiento de la ciudad, que inicialmente fue encargado a Juan de Torres, Juan de la Fuente y Mateo Luzón. Este primer reparto estuvo lleno de irregularidades y causó la protesta de los nuevos conquistadores a los Reyes, por lo que éstos ordenaron una investigación al respecto desde Sevilla, el 20 de marzo de 1490, y una reforma del Repartimiento más ajustada a la realidad. En esta ocasión se le encargó tal misión al bachiller Alonso Serrano. Se midieron entonces 11.608 hectáreas, de huertas, viñas y olivares, asimismo las dehesas próximas a la ciudad que quedaron para propios, y alrededor de 1.000 hectáreas de realengos. Se distribuyó el suelo urbano en collaciones o parroquias, que recibieron unas 500 hectáreas de tierras para su mantenimiento.

Nº 91-«Memorias de Ronda»-LA SERRANÍA DE RONDA EN LA HISTORIA (I)

Comenzamos una nueva serie, «La Serranía de Ronda en la historia», que perfectamente engarza con la anterior “La identidad rondeña”, pero creemos mejor, para una mayor claridad, separar ambas. Y nos vamos a referir, en primer lugar, a la etapa íbero-romana, para continuar con la antigüedad tardía (época visigoda) y adentrarnos de lleno en la época musulmana, cuando Ronda se consolida como entidad urbana y capital natural de un amplio territorio. Se convierte en punto neurálgico por su situación estratégica, que conjuntamente con su inexpugnabilidad la va a convertir en una de las ciudades más importantes y pobladas de Andalucía entre los siglos VIII y XV. 

Nº 90-LA IDENTIDAD RONDEÑA (IX)

Programa Nº 90LA IDENTIDAD RONDEÑA (IX)

Y cómo no,  en este repaso general que le estamos a la Identidad Rondeña, en esta serie de programas, lógicamente hemos de tratar nuestra Comarca Natural, nuestro territorio, nuestra Serranía de. Ronda.

Ronda es la capital de la Serranía que lleva su nombre, y no se puede concebir sin ella (casi 2.000 km2), pues en este territorio concurren una serie de factores naturales e históricos que revelan la existencia de una región con unas características propias no sólo físicas o geográficas, sino sobre todo culturales y antropológicas, al ser un lugar de confluencia humana, región fronteriza o de encrucijada, entre la Andalucía mediterránea y el bajo Guadalquivir, camino más corto hacia el interior desde el estrecho de Gibraltar y abierta hacia el flujo atlántico del suroeste. A esto hay que sumar la conciencia histórica de pertenencia a un territorio común de las poblaciones que se encuentran dentro de ella. Ronda llegó a ser centro de un reino de taifa y de una cora o distrito en distintas etapas del período musulmán, así como capital del dominio benimerín en su última etapa. Tras la conquista castellana, los propios Reyes Católicos, extendieron su término. Pero el auge de este conjunto territorial, según las épocas, ha sido potenciado o amortiguado. Su aislamiento, al quedar fuera del trazado de la red viaria nacional y andaluza, sin que se haya todavía, en pleno siglo XXI, reparada tal situación, paradójicamente fortaleció la situación dominante de la capital de la Serranía, durante el siglo XX, como gran centro comercial y de servicios; pero con la proliferación progresiva en los últimos tiempos de subcomarcas administrativas, en un intento de solucionar así nuestros problemas estructurales seculares, desgajándolas del conjunto superior natural donde se engloban, ha hecho que paulatinamente se vaya perdiendo la supremacía de Ronda sobre el resto de su territorio de influencia y el sentimiento histórico de pertenencia a un lugar común pase a un segundo plano, potenciando otros más restringidos y localistas que ha conseguido no sólo que nuestra Serranía, debido a aquella absurda división provincial del ministro Burgos en 1833, se disgregara administrativamente en tres provincias, sino que en la actualidad la conformen una serie de subcomarcas con todas las bendiciones políticas, que sin duda realizarán una buena labor para potenciar el desarrollo de las mismas, pero que hace que perdamos la fuerza y entidad que por nuestra naturaleza, racionalidad e historia nos corresponde.

Nº 89-LA IDENTIDAD RONDEÑA (VIII)

Programa Nº 89LA IDENTIDAD RONDEÑA (VIII)

Cuando iniciamos esta serie sobre la identidad rondeña, decíamos que Ronda no solo es un paisaje, unos monumentos, unas calles, una Serranía… Ronda es mucho más, es una cultura, es una estética, es una historia. Una ciudad tres veces milenarias, excitante, fantástica y exótica, que ha aportado mucho a Andalucía y a España. Una imagen que fundamentalmente se identifica con nuestra cultura, nuestra historia y etnografía y con la época romántica. Superando de una vez los estereotipos, prejuicios, tópicos y cliché, que conviene de una vez que lo relativicemos, está bien que hagamos unas revisiones críticas, pero que sepamos que en muchas ocasiones estos se han exagerado y caricaturizados con el interés de producir por parte del detractor unos determinados efectos negativos y que nos sintamos mal, incluso, por ello. Debemos despojarnos de ellos porque en muchos casos lo que se pretende es denigrarnos. Recrear, recordar nuestro pasado, nuestras tradiciones, incluso escenificarlas de nuevo, no significa reiterar lo tópicos, sino sentir la experiencia de lo que fuimos, sumergirnos en lo que hemos sido y valorar lo nuestro de una manera positiva, abierta también a los foráneos.

En los episodios anteriores hemos hablado de majismo y romanticismo, del que nuestra tierra es uno de los iconos más preclaros de España. Hemos hablado de lo que Ronda representa en el mundo de la Tauromaquia y en Flamenco, fundamental en la génesis de estas dos expresiones artísticas tan definitorias de Andalucía y España. También de lo que Ronda ha aportado en la conformación de Andalucía y del perjuicio y daño que se le causó con la división provincial de 1833. Lo que no ha logrado, no obstante, que aún perviva en la conciencia colectiva de rondeños y serranos la pertenencia a un territorio común como es la Comarca Natural de la Serranía de Ronda.

También hemos realzado la importancia de la Real Feria de Mayo de Ronda, fundada en 1509 y la gran festividad de Andalucía durante más de tres siglos, hasta que llegó la de Sevilla ya en la segunda mitad del s.XIX. La difusión por toda Europa que hicieron los Viajeros Románticos sobre nuestra tierra y sus señas culturales.

Y hoy vamos a hablar la influencia de Ronda en la Moda en el vestir, fundamentalmente en el siglo XIX. Gran fama tenía también nuestra feria marcando tendencias, porque aquí en cierta manera se dictaba la moda en Andalucía. Los majos y las majas lucían sus mejores trajes, gallardos y de belleza deslumbrantes.

Programa Nº 88-LA IDENTIDAD RONDEÑA (VII)

Comenzamos a transmitir en el episodio anterior algunas citas literarias que los viajeros románticos recogían en sus libros de viaje sobre sus vivencias referidas a nuestro folklore y al incipiente FLAMENCO, que ellos experimentaron en Ronda y la Serranía. Repetimos que son textos, la mayoría de ellos, hasta hoy desconocidos, porque es ahora cuando los hemos traducido al español:

Continuamos con algunas citas más, en esta ocasión seguimos con el mismo autor ANÓNIMO con el que terminamos el programa anterior, que viaja a Ronda en 1845, y publica un artículo titulado “Un asalto a militares ingleses en la Serranía”, en la revista “The New Monthly Mgazine”, de Londres, en 1865.

Otros testimonio son: de Gaucín, en la conocida Posada del Sol, por EMMELINE START-WORTLEY, que viaja hasta Ronda en 1849. Otro viajero ANÓNIMO, viaja hasta Ronda en 1851 y escribe un artículo en una revista de Londres ese mismo año, titulado “Una corrida de la Feria de Mayo de Ronda”. CHARLES WAINRIGHT MARCH, que viaja hasta Ronda en 1852. Y, por último, CHARLES DAVILLIER Y GUSTAVO DORÉ, que llegan a Ronda en 1862.

Programa Nº 87-LA IDENTIDAD RONDEÑA (VI)

En el anterior episodio comentábamos la conjunción de elementos que hicieron posible la eclosión del flamenco en nuestro territorio: un rico folklore en la Serranía rondeña producto de su aislamiento secular, enclave vital de pasos y comunicaciones, encrucijada desde el Estrecho para penetrar hacia el interior de la península a Granada, Sevilla, Córdoba e incluso Málaga, para evitar la costa. Su difícil orografía que sirvió de escondite ideal a moriscos, monfíes, gitanos,   guerrilleros, bandoleros y contrabandistas, que por diferentes motivos huían o se protegían de su persecución, de su marginalidad, lo que provocaría entre ellos una convivencia íntima y persistente en el tiempo, que, sin duda, se insertará de manera muy especial en la raíz musical de lo que sería después el flamenco. Y la Real Feria de Mayo de Ronda que juega un papel trascendental, como gran impulsora del flamenco primitivo, al ser el centro comercial donde todos arribaban durante siglos, y lógicamente tomaban sus tendencias en la moda, en la fiesta y, por supuesto, en la música y el baile. Todo ello conjuntamente con el casticismo del XVIII y XIX que hicieron aflorar la cultura más popular, más plebeya, hizo que esa nueva forma musical se expandiera posteriormente por toda Andalucía, haciéndola suya.

Nos quedamos en que de nuevo son los viajeros románticos los que nos regalan los más valiosos testimonios sobre nuestro folklore y lo que sería el incipiente flamenco. Textos, la mayoría de ellos, hasta hoy desconocidos, porque es ahora cuando los hemos traducidos al español. Traemos a nuestro programa las citas loterías que sobre nuestra música y baile hacen algunos viajeros: ALBERT-JEAN MICHEL DE ROCCA (1810), ALEXANDER SLIDELL MACKENZIE (1836), DANIEL WENTWORTH MAGINN (1830), ANÓNIMO NORTEAMERICANO (1831)., MARQUÉS DE CUSTINE (1831), ANÓNIMO (1831).

Programa Nº 86-LA IDENTIDAD RONDEÑA (V)

Programa Nº 86LA IDENTIDAD RONDEÑA (V)

En el anterior episodio comentamos lo que la ciudad de Ronda ha aportado a la cultura andaluza con respecto al Ocio o Divertimento, y nos referíamos a la Real Feria de Mayo de antaño, precursora del concepto actual de lo que hoy es una feria andaluza y que fue la gran Festividad de Andalucía, durante tres siglos. También comentamos lo que Ronda representa en el mundo de la Tauromaquia, con su plaza y Pedro Romero, el creador del arte del toreo a pie.

Y en esta ocasión nos vamos a referir, nada más y nada menos a la contribución de Ronda y la Serranía a nuestra seña de identidad musical más genuina: EL FLAMENCO.

Aun reconociendo que entrar en los orígenes del flamenco es sumergirse en un mar de conjeturas, los fandangos del sur están encabezados por su antigüedad por la Rondeña. Los cantes flamencos surgen en nuestro territorio en el siglo XVIII y hacen su tránsito entre la música popular antigua y lo que, con posterioridad, y a partir de siglo XIX, se le llamó flamenco y en la que Ronda ya dejó de ser protagonista a favor de otras ciudades como Cádiz, Sevilla, Málaga, Jerez…

¿Realmente Ronda ocupa el lugar que se merece en el mundo del Flamenco y especialmente en sus orígenes? ¿Los propios rondeños hemos sabido defender esta posición absolutamente de privilegio?  Daremos respuesta a estas preguntas en este episodio.

Programa Nº 85-LA IDENTIDAD RONDEÑA (IV)

Programa Nº 85

LA IDENTIDAD RONDEÑA (IV)

En los distintos episodios que hemos ido dedicando a la Identidad Rondeña, hemos hablado de la influencia de la corriente romántica en nuestro territorio, del majismo goyesco y romántico, y del papel trascendental que juega la Real Feria de Mayo en la expansión de nuestras señas culturales por toda Andalucía y España, la cual durante más de tres siglos fue la gran festividad de Andalucía, y aportó además mucho a la concepción que hoy todos tenemos de lo que es una Feria andaluza. 

Hablaremos de la relación y contribución de Ronda a la Tauromaquia, sobre la que existe un interminable número textos y citas sobre la celebración de corridas de toros en la Feria de Ronda, especialmente por parte de los viajeros románticos.

Nos referiremos al Divertimento o al Ocio, tan importante en esta Feria, que desde el principio de sus celebraciones, además de las transacciones comerciales, al olor de la gente, se iban introduciendo otros elementos lúdicos: músicos, actores, trovadores, funámbulos, ciegos conta-cuentos, cómicos, títeres, pulchinelas, etc… que se ganaban la vida con sus representaciones artísticas ante la multitud que de todos los lares hasta aquí acudían. El vino y el aguardiente formaba parte del trato y de la fiesta bulliciosa, que libremente se vendía en los numerosos puestos que después derivarían en auténticas casetas.

Programa Nº 84-LA IDENTIDAD RONDEÑA (III)

Programa Nº 84LA IDENTIDAD RONDEÑA (III)

La Real Feria de Mayo de Ronda, que coincide su periodo de mayor esplendor con la época romántica, juega un papel transcendental en la expansión de nuestras señas culturales por toda Andalucía y España. Recordemos otra vez, que se trataba de la gran festividad de Andalucía por entonces, y fue descrita una y otra vez por decenas y decenas de viajeros que hasta aquí llegaban para disfrutar de ella, sobre los que hablaremos, además de extendernos  en explicar la significación que tuvo esta feria, que muchos han olvidado y conviene rescatemos su importancia y trascendencia.