A pesar de la seguridad que sentía Colón en su proyecto de navegación hacia el Oeste en el que alcanzaría las costas orientales de la India y su tenacidad en defender sus argumentos, como venimos contando en los episodios anteriores, finalmente el dictamen de la comisión o de la Junta examinadora del proyecto colombino fue adverso.
La empresa ofrecida por Colón a los soberanos españoles era absolutamente impracticable. Los argumentos y razones esgrimidos por Cristóbal Colón ante los técnicos castellanos no convencieron, ni poco ni mucho, a éstos. Era de todo punto imposible llegar a la India, al Cathay y al Cipango por el camino que Cristóbal Colón proponía. Y en este sentido acordaron informar a los soberanos.
Málaga se entregó a los Reyes Católicos el 18 de agosto de 1487. Inmediatamente después de la rendición de Málaga, Colón viaja hasta allí, llamado por los RR.CC., después de la entrega de la ciudad, para darle la respuesta de su resolución contraria a su proyecto. Aunque esta fue un tanto ambigua. Según cuenta su hijo Hernando sus Altezas respondieron al Almirante que estaban ocupados en muchas otras guerras y conquistas, y especialmente en la de Granada, que hacían entonces, de modo que no tenían comodidad de atender a una nueva empresa; pero con tiempo se encontraría mejor oportunidad para examinar y entender lo que el Almirante ofrecía.
La respuesta regia a Colón es tan hábil como vaga. No le despiden definitivamente, como era lógico después del dictamen absolutamente adverso de sus técnicos, pero le dan a entender que por el momento no les interesa el asunto.