Hemos ido relatando en los episodios anteriores cómo se desarrollaba la vida cotidiana en Ronda fechas antes del estallido de la Guerra Civil, extensible lógicamente a todo el país. La República fue una época convulsa y en el día a día se iba larvando una situación que se hacía insostenible. La sociedad estaba claramente dividida entre burgueses y obreros. Insurrecciones y huelgas se sucedían una tras otra. la victoria del Frente Popular en febrero del 36, enfrentaba a dos concepciones de España que se excluían una a otra. La radicalización de las posturas políticas distancia cada vez más las posibilidades de evitar un conflicto bélico. Empezaron a tomar preeminencia y mayor fuerza paramilitar partidos, asociaciones y sindicatos que estaban fuera de la representación en los órganos políticos y que se iban imponiendo en las calles y arrastraban a una sociedad cada vez más descontenta.
La inestabilidad municipal fue la tónica en todo el periodo, especialmente desde febrero del 36, donde los alcaldes duraban poco y todos preveían un final de la República tal y como la conocían, se vislumbraba un nuevo régimen o capitalista u obrerista. Cómo llegar a uno de ellos era la incógnita, aunque cada vez estaba más claro que no se haría de forma pacífica. Todo se dirigía a un punto de no retorno, las causas de un previsible estallido armado así lo indicaban y las voces políticas así lo anunciaban con sus continuas amenazas de un lado y del otro.
Volvemos a hacer mención a nuestras fuentes bibliográficas, entre otras de historiadores e investigadores como Lucía Prieto, Juan A. Ramos Hito, Jesús Núñez Calvo, Antonio Nadal, Antonio Garrido, Pablo Aguayo de Hoyos y sobre todo y muy especialmente Pablo Benítez Gómez, con su tesis doctoral REPÚBLICA, RETAGUARDIA Y JUSTICIA MILITAR EN LA SERRANÍA DE RONDA (1930-1940), así como otros artículos relacionados con la contienda.