Nº 104 “MEMORIAS DE RONDA”–La Inquisición en Ronda y el Convento de Santo Domingo (y VI)
Vamos a concluir con este episodio la serie que le hemos dedicado a la Inquisición en Ronda y al Convento de Santo Domingo. La semana pasada decíamos que en pocos años la iglesia del convento se irá llenando de capillas funerarias y sepulturas privadas costeadas por sus fundadores como lugar privilegiado donde cumplir sus memorias y legados piadosos y, asimismo, perpetuar públicamente la continuidad de la familia o del estamento. Para ello las dotarán con magníficos retablos y capillas, y mostrarán los blasones y armas de sus apellidos.
El templo se edifica según la estética dominante: Gótico-Mudéjar. El Gótico era el estilo de la época de la conquista y el ordenado por los Reyes Católicos para la construcción de sus iglesias, ejemplo de ello tenemos en Santa María, Espíritu Santo y San Francisco. Y Mudéjar, porque a pesar del esfuerzo por acabar con los vestigios musulmanes, el arte hispano-musulmán quedará patente y vivo en Ronda de la mano de los moriscos convertidos al cristianismo a través del arte mudéjar, y que dejaban así su impronta también en estas construcciones cristianas, sobre todo por tratarse de mano de obra experta y barata. Responde, por tanto, a un carácter híbrido en el que se mezclan elementos góticos, mudéjares, con renacentistas y algunos manieristas, a los que se añaden varias restauraciones posteriores.
Terminamos contando la historia de su progresivo deterioro a partir de la desamortización de 1835, su posterior paso a manos privadas, hasta el proceso de adquisición del inmueble por parte de nuestro Ayuntamiento a sus últimos propietarios, la familia Vallejo Zarazúa, para concluir con la restauración del mismo en 2005.