En el episodio anterior explicamos el porqué del secretismo que mantenía Cristóbal Colón sobre sus orígenes, cómo a mediados del siglo XV Portugal logra superar la barrera del Sur del cabo del Miedo para intentar llegar a las Indias, llegando hasta la África Ecuatorial, abriendo una nueva ruta del oro en Guinea e importantes avances en la navegación oceánica de altura, al tener que realizarse la vuelta rodeando las Azores y no por la costa, cuyas corrientes y meteorología la hacía imposible. Todo ello se produce mientras que en el territorio rondeño, frontera occidental del reino de Granada con las tierras ya conquistadas por Castilla, transcurría la vida entre treguas, concordias y pactos entre ambos mundos enfrentados desde siglos, dando lugar a un tipo de relaciones específicas entre los grupos humanos que vivían cerca de la raya fronteriza, como era nuestro caso. Por consiguiente en nuestro territorio se daba la singularidad de que existían oficios e instituciones propias de la zona fronteriza.
Desde 1476 a 1485, se sabe por el propio Colón y otras crónicas y documentos que este vive en Portugal, donde se casa con su primera esposa, Felipa Moniz, y navega por mares celosamente reservados a los portugueses, alcanzando gran predicamento en la corte y ante el rey Juan II de Portugal.
Muy cerca de Ronda se da un hecho histórico que desencadena se rompan todas las treguas y se inicie la guerra contra el reino Nazarí, la llamada Guerra de Granada. A finales del año 1481, como represalia por hostigamientos puntuales de parte cristiana, el rey granadino Muley Hacen tomó la estratégica ciudad de Zahara. La villa y castillo de Zahara estuvieron ocupadas por los cristianos desde el 1 de octubre de 1407 hasta el 28 de diciembre de 1481 en que fue reconquistada por los moros de Ronda y su término.