Nº112-«Memorias de Ronda»-LA GUERRA CIVIL EN RONDA. AQUÍ FALLÓ EL GOLPE

Nº 112  “MEMORIAS DE RONDA”

La Guerra Civil en Ronda – Aquí falló el Golpe

El 18 de julio, a las 11,30 de la noche, aproximadamente, el teniente coronel Oliver acompañado del capitán de servicio, Álvaro Villalba Rubio y el personal de la Caja de Reclutas se dirigió al Ayuntamiento (paradójicamente su hermano mayor, el coronel de Infantería José Villalba Rubio se hizo cargo de la Comandancia Militar de Málaga por el bando republicano, a partir del 27 de enero de 1937 hasta su caída en manos de los sublevados el 8 de febrero de 1937–) acompañados por el sargento de Artillería Reyes, que en la causa que se incoa posteriormente contra éste, declara: “…que el Teniente Coronel Oliver, antes de salir a declarar el Estado de Guerra requirió dos veces por teléfono al Capitán Frías para que se presentara con sus fuerzas ante la Comandancia Militar, pero éste no acudió”. Acompañaban a los anteriores citados dos cabos y cuatro soldados de la Caja. 

Se presentaron en el Ayuntamiento ante el alcalde, concejales y el delegado Gubernativo. El teniente coronel intentó hacerse cargo del mando de la ciudad y declarar el Estado de Guerra. Pero aquí falló el Golpe…

Al amanecer del domingo 19 de julio, sofocada ya la sublevación, el alcalde dejó al mando de la situación al delegado gubernativo. La noticia de lo ocurrido se extendió́ por la ciudad. Con el transcurso de las horas, la llegada a Ronda de campesinos es incesante y los militantes socialistas y anarquistas dominaron la situación. Los dirigentes frentepopulistas, y los mandos de los sindicatos obreros, comienzan a dotarse de cierta organización, el pueblo confraterniza con los militares afectos y se inicia el proceso de formación de milicias populares. 

La Revolución en Ronda, tras el fracaso del golpe militar en la ciudad, empezó inmediatamente, no se actuaba en nombre de la República como podía parecer, se actuaba en nombre de la Revolución social, ya que se comenzó a asesinar a gente absolutamente inocente, por el mero hecho de no pertenecer a la clase oprimida, a la clase obrera, por entender pertenecían a la oligarquía que había que aniquilar de una vez por todas. 

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