Vamos a comenzar un ciclo de episodios en el que hablaremos de uno de los espacios más singulares de nuestra ciudad, más desconocidos y misteriosos, y fundamental en la historia de Ronda. Ubicado a mediación de la Garganta del Tajo, en un lugar privilegiado que le otorga además un valor paisajístico y mágico muy especial. Estamos hablando de la Casa del Rey Moro, que contiene, nada más y nada menos, tres elementos de suma importancia dentro de la relación de monumentos que tiene nuestra ciudad: el propio Palacio en sí, la Mina Secreta de Agua y los jardines de Forestier.
La extraña denominación de Casa del Rey Moro, viene no porque allí habitara un rey musulmán, sino porque así comienza a denominársele desde principios del siglo XVIII. Juan Pérez de Guzmán y Gallo, en un informe realizado en diciembre de 1909 para la Real Academia de la Historia, nos aclara el origen y el motivo de este nombre, la mal llamada Casa del Rey Moro, que se mantiene como tradicional en nuestra ciudad y aún hoy pervive.