Continuamos con los inicios de la conquista musulmana y por ende de Ronda y su Serranía.
Vamos a relatar cómo se encontraba Ronda en aquellos primeros momentos y cómo se va desarrollando la conquista de nuestro territorio circundante y de al-Ándalus.
Toda la cordillera penibética (Algeciras, Serranía de Ronda, Málaga y Granada) eran de asentamientos, como hemos dicho, mayoritariamente bereberes. Y traen consigo sus antiguos esquemas de poblamiento: hábitat rural disperso, en zonas de clima duro, organizados en pequeñas entidades tribales y ferozmente independientes.
Según el arzobispo D. Rodrigo (s.XIII) la pequeña pero fortísima ciudad de Ronda edificada sobre la despoblada Arunda, fue cercada y resistió en un principio al ase¬dio de las tropas de Abd al-Aziz, al abrigo de sus muros se acogían centenares de rondeños cristianos resueltos a perder la vida; sin embargo tuvo que ceder, no sin que su gobernador, el Comes Altfuns, estipulase una rendición digna y honrada, extendiéndose muy solemnes compromisos, concediendo a sus vecinos la posesión de sus hogares y la guarda de su religión y sus cultos, quedando más como aliados que como vencidos.
Moretti dice que los sacerdotes de Onda y su comarca no tuvieron que emigrar a las montañas como sucedió en Castilla y Portugal. Continuaron las funciones de su santo ministerio y los pueblos del contorno constituyeron un distrito distinguido (Cora Taa-Coronna-Partido de la Corona, según Acién Almansa), a cuya cabeza quedó Izna Rand (llamada así por los árabes por la importancia de su castillo, uno de los más antiguos e inexpugnables).