Hablamos de la situación de estos molinos harineros de la ladera del Tajo, durante los siglos XVIII y XIX, cuando viven sus épocas más álgidas y de mayor producción. Ya a finales del XIX tienen lugar las primeras señales de su declive posterior, que tiene mucho que ver con la transformación de algunos de estos molinos como pequeñas centrales hidroeléctricas, que pronto se manifiestan insuficientes para abastecer a Ronda y el desprendimiento de rocas de 1917. La construcción de la “Central Eléctrica de la Sevillana” o “Fábrica de la Luz”, a mediados del siglo XX, en la hoya del Tajo, al necesitar de todo el agua de la presa, acabó con la existencia de estos molinos, aunque no con las acequias árabes que, en un lamentable estado, siguen dando servicio hoy en día a las históricas Huertas del Tajo.