Concluimos la serie de programas dedicados a la apasionante historia de cómo Arriate constituyó a lo largo de los siglos su término municipal propio, segregado del de Ronda, y su jurisdicción como villa. A finales del s.XVIII los Moctezuma luchan por la jurisdicción de nuevo vuelva a su Señorío, pero los arriateños consiguen casi milagrosamente la cantidad impuesta por el Consejo de Castilla para que esto no ocurra. El 29 de junio de 1779, festividad de San Pedro, reciben la ejecutoria real a su favor. Pero después prosiguieron otros con los marqueses y la municipalidad rondeña que también apuntaremos. Y como conclusión hay que decir que este bello pueblo serrano demostró con su constancia, perseverancia, fortaleza colectiva de espíritu y esa clara concepción de justicia social que tan arraigada tiene en su carácter como comunidad, lo que una y otra vez se le negaba, pero nunca le pareció imposible de conseguir. Además este puede alardear de haber sembrado la semilla de un tiempo nuevo: el fin del feudalismo y de los señoríos, que no se abolió en España definitivamente hasta la Constitución de 1812, cuarenta años después.