Nº 158 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“La reina Isabel vuelve a llamar a Colón y Boabdil incumple sus pactos” 

En el anterior episodio nos quedamos en que Colón le había ofrecido al duque de Medinaceli su proyecto, y este estaba dispuesto a financiarlo, pero, antes, el duque quería comprobar por sí mismo si la soberana mantenía algún tipo de interés sobre el propósito colombino. Antes de partir en la primavera 1989 de nuevo a Córdoba, para proseguir la guerra granadina, los RR.CC. se encontraban en Valladolid y allí recibieron la misiva del duque. Alonso Quintanilla, contador mayor de Cuentas, siendo consciente de tal hecho, se pone en contacto con el cardenal Mendoza para de nuevo procurar conseguir que la reina vuelva a llamar a Colón.

Y así le respondió la reina al duque, convencida de nuevo por los razonamientos de los defensores de Colón, de que ella sería la que dirigiera tal demanda del navegante. Seguidamente mandó otra carta a Colón para que, sin dilación, partiese para su corte, una vez se encuentre ella en Córdoba. En esta nueva audiencia, la reina le da esperanza cierta que, una vez acabada la guerra, resolvería su negocio.

El 4 de diciembre de 1489 es conquistada Baza. El 10 se firman las capitulaciones con el Zagal, en virtud de las cuales el rey de Guadix se comprometía a prestar obediencia a los soberanos españoles y entregarles la ciudad de Almería.

Ya tan solo quedaba Granada, con Boabdil al frente, ya que éste, vasallo de los reyes españoles, estaba obligado, por el pacto de Vélez Málaga de 1487, a entregar la capital del reino musulmán en el momento que pudiera. El momento había llegado, toda vez que su odiado rival, el rey de Guadix, había desaparecido para siempre de la escena política.

Sin embargo, una vez más le fallaron a Colón los cálculos. El insospechado giro de los acontecimientos granadinos muy pronto dará de nuevo al traste con las más anheladas esperanzas del navegante, el cual tendrá que esperar dos años más; ya que Boabdil se retracta de sus pactos de entregar a los RR.CC. la ciudad de Granada. La guerra continúa…

Nº 157 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Los duques de Medina Sidonia y de Medinaceli dispuestos  a sufragar el viaje colombino” 

Fracasadas pues sus sucesivas gestiones en Castilla y Portugal, Colón regresa a Castilla donde tiene a su hijo Diego y a Beatriz Enríquez de Arana, que acaba de dar a luz a su hijo Hernando (15 de agosto de 1488), dispuesto a marchar a Francia. Es fácil es suponer el estado de ánimo del navegante, completamente abatido ante la inutilidad de sus anteriores esfuerzos y la perspectiva de tener que volver a comenzar otra penosa negociación en el país vecino, con el riesgo de que mientras tanto los portugueses lograran alcanzar la India, meta de sus afanes.

Dada la estrecha vinculación de la casa ducal de Medina Sidonia con el convento de Santa María de la Rábida, Marchena, ex guardián del monasterio de Palos, el fraile protector de Colón es el que lo pone en contacto con el duque. Pero finalmente el intento fracasa.

Colón informó posteriormente al duque de Medinaceli de su empresa. Incluso, compadecido el duque de la pobreza de su huésped, ordena se dé a Colón todo lo necesario para su subsistencia. Colón pide al duque «tres o cuatro carabelas» bien «proveídas de comida para un año y para más, y de rescates»…

Nº 156 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“El dictamen final de los sabios de la Corte” 

A pesar de la seguridad que sentía Colón en su proyecto de navegación hacia el Oeste en el que alcanzaría las costas orientales de la India y su tenacidad en defender sus argumentos, como venimos contando en los episodios anteriores, finalmente el dictamen de la comisión o de la Junta examinadora del proyecto colombino fue adverso. 

La empresa ofrecida por Colón a los soberanos españoles era absolutamente impracticable. Los argumentos y razones esgrimidos por Cristóbal Colón ante los técnicos castellanos no convencieron, ni poco ni mucho, a éstos. Era de todo punto imposible llegar a la India, al Cathay y al Cipango por el camino que Cristóbal Colón proponía. Y en este sentido acordaron informar a los soberanos.

Málaga se entregó a los Reyes Católicos el 18 de agosto de 1487. Inmediatamente después de la rendición de Málaga, Colón viaja hasta allí, llamado por los RR.CC., después de la entrega de la ciudad, para darle la respuesta de su resolución contraria a su proyecto. Aunque esta fue un tanto ambigua. Según cuenta su hijo Hernando sus Altezas respondieron al Almirante que estaban ocupados en muchas otras guerras y conquistas, y especialmente en la de Granada, que hacían entonces, de modo que no tenían comodidad de atender a una nueva empresa; pero con tiempo se encontraría mejor oportunidad para examinar y entender lo que el Almirante ofrecía.

La respuesta regia a Colón es tan hábil como vaga. No le despiden definitivamente, como era lógico después del dictamen absolutamente adverso de sus técnicos, pero le dan a entender que por el momento no les interesa el asunto. 

Nº 155 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN.“El Secreto de Colón” 

En el episodio anterior explicamos en qué consistía el proyecto de navegación colombino, hacia el oriente de las Islas de Cipango y el Cathay, la India del Gran Khan. 

Fue en su segundo viaje, tras una corta y feliz travesía de veinticinco días cuando finalmente encuentra esas islas señaladas en su carta de navegación, que estaban exactamente a 750 leguas de la isla de Hierro, en las Canarias. Fue el 3 de noviembre de 1993, de madrugada, cuando Colón avistó por fin una isla a la que bautizó con el nombre de La Deseada, estas y otras aledañas eran las que estaban reflejadas en su carta marítima a la distancia indicada (Todos Sanctos, Marigalante, Guadalupe, Guadalupe o la Dominica).

Con este hallazgo, totalmente previsto en su mapamundi, el Almirante triunfaba en toda línea. Había encontrado las islas que con tanto afán buscaba, situadas a la distancia exacta anunciada por él a sus compañeros del primer viaje antes de abandonar la isla del Hierro. Sus iniciales cálculos no estaban equivocados. Había cumplido la promesa hecha a los reyes, a los de la junta y a los tripulantes, de encontrar islas, y entre ellas la que evidentemente creía el Cipango, a 750 leguas de las Afortunadas. 

Entonces la gran pregunta que nos hacemos, ¿Colón estaba en un error en cuanto al encuentro con esas primeras islas? Pues diremos: Sí y no ¿Y como señaló con total clarividencia que, exactamente, a 750 leguas de las Canarias, 4500 Km, se encontraban unas islas precursoras del Cipango (Japón)? Intentaremos dar respuesta a todo ello.

Nº 154 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“El Proyecto Colombino” 

Nos quedamos en el episodio anterior que una vez los reyes se entrevistaron con Colón, se decidió por parte de los monarcas la constitución de una Junta de consejeros y expertos en astronomía y ciencias marítimas que estudiasen y emitieran un veredicto sobre la viabilidad del proyecto colombino de llegar a la India por el occidente.

A finales de aquel año de 1486, noviembre y diciembre y enero de 1487, parece ser que es cuando tienen lugar en Salamanca el primer periodo de sesiones de la Junta examinadora, al frente de Fray Hernando de Talavera. Poco después los reyes y el Consejo Real se trasladan de nuevo a Córdoba, para proseguir con la guerra granadina, cuyos objetivos principales de esta campaña serán Vélez-Málaga y Málaga.

Había llegado por fin el momento, tan deseado por el marino, de comparecer ante la comisión de expertos designada por los soberanos. Van a comenzar las deliberaciones. Y en ellas Colón tendrá ocasión de desarrollar su pensamiento, en la parte que, naturalmente, tiene interés en descubrir, pues cauto y receloso, silenciará a propósito extremos importantes del mismo para llevar al ánimo de sus interlocutores su fe y confianza inquebrantables en el éxito total de su empresa.

La exposición de este proyecto colombino, habría que tratarlo de en tres apartados diferentes:

En primer lugar, la teoría cosmográfica del Descubridor, y en íntima relación con ella, sus fuentes; es decir, los libros de los cuales extrajo sus indispensables conocimientos cosmográficos para formular con base científica su proyecto de navegación transatlántica. 

En segundo lugar, el mapamundi elaborado por Colón. El planteamiento teórico de primer aspecto lo desarrolla después Colón en su carta de navegación y elabora ese mapamundi.

Y en tercer lugar, el impacto que sus teorías cosmográficas y propuestas concretas produjeron en el ánimo de los miembros de la Junta convocados, y la reacción de estos ante un provecto que revolucionaba el plan de exploraciones seguido desde tantos años en Portugal, para enderezarlo por los caminos occidentales.

Nº 153 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Colón en su primera Audiencia Real” 

Cualquiera de los personajes de los que hablamos en el episodio anterior, miembros del Consejo Real (Deza, Talavera, Cabrero, etc.) tenía por sí solo influencia suficiente para gestionar para la ocasión una audiencia especial de los monarcas con Colón.

El que entonces debió tomar la iniciativa, al solo objeto de conseguir esta entrevista, fue fray Hernando de Talavera, que por su cargo de confesor de la soberana, y habida cuenta el gran ascendiente que tenía con ésta, era uno de los más indicados. Pero no quiere decir con esto que Talavera estuviese ilusionado con lo que le planteaba Colón, como sí podrían estarlo otros, su intervención quedaría reducida al cumplimiento de un estricto deber de informar a los reyes de la novedad surgida, para cumplir los deseos a él expuestos por fray Antonio de Marchena de que Colón fuese recibido por los monarcas.

Colón expone a los soberanos el objeto de su visita. Desea que estos le faciliten los medios necesarios para organizar una flota, con la que se compromete a descubrir, al otro lado del Mar Tenebroso, a una distancia aproximada de 750 leguas de las islas Canarias, la famosa isla de Cipango, descrita por Marco Polo, y detrás de ella las extensas y ricas regiones de la India. 

Pero en el ánimo de Isabel y Fernando pesaba fuertemente la opinión de los doctores de su Consejo Real, nada favorable a los quiméricos planes del errante marinero. En vista de lo cual, Cristóbal Colón se apresuró a rogar a sus Altezas que llamasen a un fraile franciscano, perfecto conocedor de sus planes de descubrimiento, el cual les convencería del error que padecían los «letrados» al negarse a poner en marcha un proyecto que él consideraba totalmente factible.

Nº 152 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Colón en la Corte de los RR.CC. ” 

La estancia de Colón en la Rábida es muy breve. Parece ser que aparte de Pedro Velasco, con ningún otro vecino debió relacionarse, y prueba de ello es que cuando Colón vuelve a la Rábida en 1491 es un desconocido en Palos, nadie lo recuerdo. Su encuentro con Martín Alonso Pinzón, por tanto, se entablaría en esta segunda ocasión. Este hecho todavía hoy crea cierta controversia y confusión por parte de algunos especialistas. A Colón una vez que había dejado a su hijo Diego en lugar seguro, lo que le interesaba era llegar cuanto antes a la Corte, para resolver el importante asunto que lo trajo hasta Castilla.

Desde Palos, se traslada a Córdoba, en donde se encuentran los soberanos. En efecto, en la época en que Cristóbal Colón llega a la corte (primavera de 1485), ésta se encuentra en Córdoba. 

Colón sabía que su gestión tenía que ser lenta y perseverante, dirigida a ir captando poco a poco las voluntades de los cortesanos más influyentes, a fin de que estos le fuesen allanando el difícil camino que tenía por delante. Y a eso se dedica: se entrevista con algunos consejeros como González de Mendoza, el favorito de los reyes; fray Diego de Deza, maestro del príncipe; el comendador Cárdenas; Luis de Santángel, escribano de Ración, entre otros. Negociaron con Colón para que fuese oído por los reyes y este le pudiera contar lo que deseaba hacer y ofrecerle al servicio de sus Altezas. Pero el Consejo Real era mucho más amplio y Colón movió todos los hilos necesarios para convencerles. 

Nº 151 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN – “1485: Toma de Ronda e inicio del periplo de Colón en la Corte de los RR.CC.” 

Existen dos teorías diferentes en cuanto a la llegada de Colón a la Rábida y, por consiguiente, su estadía en España para llegar hasta la Corte y lograr convencer a los RRCC para que financie su proyecto de llegar a la India por occidente, tras su fracaso con la monarquía portuguesa. Unos dicen que llegó 1483 y otros 1485. Nosotros vamos a seguir esta segunda fecha, inclinándonos por la versión de que fueron siete años los que duró todo este trance hasta llegar a buen puerto, nunca mejor dicho y que, curiosamente, coincide con el tiempo que va desde la Toma de Ronda hasta la caída de Granada: 1485-1492. Periodo preñado para Colón de altibajos desconcertantes, de éxitos y de fracasos, de esperanzas y desengaños, de inquietudes y zozobras.

A partir de ese momento el itinerario de Colón se rige por el propio itinerario regio de estos siete años críticos, siguiendo los movimientos de la Corte a los que Colón se vincula. Queda claro en todo este tiempo que la causa principal de la insólita demora de la negociación colombina en la corte hispana fue la Guerra de Granada. Hasta que no finalizara la campaña contra los moros andaluces, los monarcas, muy escasos de recursos económicos en aquella época, no se mostraban dispuestos a acometer ninguna nueva empresa.

La nota más característica de la actuación de Colón en estos años críticos de su peregrinaje por tierras españolas, como antes por las portuguesas, es la tenacidad pétrea, inasequible al desaliento, de sus designios descubridores. Días tras día, hora tras hora, su indomable voluntad se mueve hacia objetivo que nadie más que él podría alcanzar. Esta perseverancia irreductible en el intento de alcanzar el patrocinio de los reyes para su empresa, salvando todos los obstáculos, desprecios, críticas y contradicciones, que le venían de todos lados, esta tenacidad y convencimiento sobre la autenticidad de su proyecto, hace sospechar que había algo más que no explicaba y, por tanto, encubría, inconmovible ante las burlas de los cortesanos y las objeciones de los hombres de ciencia contemporáneos, unánimes en proclamar la imposibilidad de su empresa transatlántica.

Nº 150 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Consecuencias de la Toma de Ronda. Los Repobladores”

Las consecuencias de la conquista cristiana de Ronda o postguerra se van a hacer notar en diversos aspectos:  el primero es que se da la necesidad de organizar el gran espacio recién incorporado que es la Serranía de Ronda con una población muy importante como entonces era Ronda. El segundo, su repoblación y el tercero los inconvenientes de dejar detrás a un gran número de población vencida

A destacar, como ya apuntamos en el anterior episodio, lo que la conquista de Ronda esto supuso para la Corona castellana, que se evidencia en la profusión de lo que podemos llamar signos externos, desde la misiva a Roma a las fiestas que se celebraron en honor de la caída de Ronda, o en la presunción de los propios monarcas, que añadirán a su intitulación la de señores de Ronda y su Serranía.

Pero también se ha necesario señalar los destrozos que acarreó la guerra, con lo que tuvieron que cargar que posteriormente los repobladores. En el centro urbano los destrozos de la artillería serán cuantiosos, siendo buena muestra de ello el número de casas destruidas que encontramos en los repartimientos, y que obligarán a los nuevos repobladores a un desembolso inicial que no se esperaban, así como defensas militares que necesitarán su rápida restauración.

Nº 149 MEMORIAS DE RONDA – RONDA EN TIEMPOS DE COLÓN-“Fuero, Armas y Población tras la Toma de Ronda”

Tras la toma castellana de Ronda, la importancia que le dieron los RRCC a esta conquista se ve claramente reflejada en el Fuero que le fue otorgada para su gobernación, equiparándola con Sevilla y Toledo, así como las Armas para su escudo, con son nada más y nada menos que las de los propios reyes.

De continuo, tras la toma de Ronda, se procede a dos hechos casi simultáneos: el repartimiento de las casas y tierras y su repoblación por cristianos, aparejado a su vez con el exilio de la población no conversa y la convivencia entre cristianos y los mudéjares que aquí permanecieron, principalmente en el ámbito rural, siendo estos sustituidos por repobladores cristianos en Ronda, Setenil y El Burgo.

La población rondeña, en el mometo de la conquista castellana, estaba conformada por contingentes beréberes en primer lugar y árabes en segundo, estos dos grupos constituían la gran mayoría de la población, pero junto a éstos existían otras minorías bien de grado, como los judíos, bien a la fuerza, como los cautivos cristianos.